Entrevista: El futuro de la salud es la enseñanza ancestral, es claro que a mediano plazo debemos saber imponer manos

La señora Elsa Peñalosa (E.P.) conoció al Maestro Gelva, hace 11 años, abogada y administradora, nos compartirá su historia y vivencias antes y después de esta década de experiencias y aprendizajes, entrevistada por la Maestra Sandra Rodriguez (S.R.) Para la Revista para el Ser.

S.R.: Elsa muchas gracias por aceptar nuestra invitación, para iniciar, nos contarías quien es Elsa Peñalosa y ¿qué pasaba en tu vida antes de conocer la Escuela Gelva?

E.P.:  Gracias, bueno ante todo Soy un ser feliz. A grandes rasgos: Me desempeño en el sector de la salud, gerente de una empresa de servicios de salud en Bucaramanga, soy profesional en Derecho y Administración pública. Fíjate que estoy cumpliendo 10 años de conocer al Maestro, en una fecha muy significativa, el 20 de Julio, día de la independencia, pero, creo que fue para mí el proceso de independizarme del caos y del miedo;  eso es lo que ha significado estos 10 años, vivir sin caos y sin miedo, que hasta ese momento eran un factor agobiante en mi vida. 

Al empezar a escuchar al Maestro, empiezo a comprender cosas, inicialmente fue muy difícil. Recuerdo que en una clase me enfrasqué casi que en una pelea cuando él nos decía:  “Nadie te puede agredir, si tú no le das el permiso”,  y yo encontraba 50 mil justificaciones hasta que lo comprendí; entonces, con  cosas así de sencillas empiezas a comprender, a perder el miedo, a salir del caos.

Este es un camino mágico, porque los cambios se ven,  pues por supuesto la gente piensa que no va a tener situaciones para resolver pero claro la diferencia es cómo las ves, cómo las enfrentas.

S.R.: ¿Qué pasa después que conoces al Maestro y cómo fue tu proceso de sanación?

E.P.: Como te decía, no es fácil porque estás lleno de  información y caos total, y quizás  las tradiciones religiosas no nos  han dado  la mejor ayuda para comprender eso de que para encontrar la Paz, hay que mirar hacia adentro, ¡que no está afuera! Igual los medios nos muestran que es afuera, entonces, se hace  complejo, porque tú siempre estás mirando allá, pero, cuando empiezas a encontrar esa paz y a dar pasitos, es como volver a nacer,  es como aprender a caminar o a gatear con extraordinarios conocimientos personales. 

Además, como el universo es sincrónico, te vas encontrando personas, libros, documentos, que te van guiando y cada vez encuentras más voces que te llevan a un bienestar, así también, yo siempre he querido que mi entorno comprenda todo esto.

Empecé con Reiki nivel 1, metiéndome en todas las actividades que iban programando y desde allí he ido evolucionando poco a poco en mi crecimiento espiritual y día a día, los pasos son más sincrónicos y más sencillos porque ha habido comprensión,  y a mayor comprensión menos caos, menos miedo y empecé a disfrutar lo que es la verdadera esencia del amor, a sentir que era eso, Amor. 

S.R.: ¿Cómo has logrado vincular ese nuevo conocimiento con la labor que haces en el sector salud en la ciudad de Bucaramanga?

E.P.: Yo empecé pensando que todos mis empleados tenían que conocer un poco de todo esto e inicialmente hicimos un programa de Reiki para todos, el Maestro me decía: - ¿Tú eres consciente que puedes quedarte sola? Yo le dije – "Si, prefiero estar sola, que mal acompañada" Y en ese proceso claro, hay una depuración, pero también hay una siembra. Entonces nuestra organización tiene una siembra de mentes mucho más conscientes, como una pequeña medida, cada semillita ha permitido que la organización tenga crecimientos en ese nivel.

Nosotros atendemos pacientes críticos entonces, si las personas tienen más amor por lo que hacen, no será solamente un trabajo, sino, una pasión,  eso se ve reflejado en la curación, en la familia del paciente y en la del empleado, entonces, hay un círculo, un círculo de amor y  eso  se va trasmitiendo de generación en generación, ya que, aunque la rotación es mínima, los empleados nuevos van aprendiendo esta forma de mirar el trabajo,  la vida y nuestro servicio, también se ve reflejado en su salud. Por ejemplo, en esta pandemia ni el 1% de nuestros empleados se  contagió del virus,  aún estando prestando servicios  precisamente a personas contagiadas, y eso es porque ellos han trabajado muchos de los principios con nosotros en todo este proceso. 

S.R.: Tú, que has visto y acompañado estos 10 años al médico  y al Maestro ¿Qué opinión te merece?

E.P.: Pues, ahí puedo ser parcializada porque yo amo profundamente al Maestro, mi vida se partió en dos el día que lo conocí y  pues obviamente mi admiración total por su tenacidad y por su capacidad de materializar las cosas que él ha proyectado. Cuando llegué a la Escuela me sorprendió totalmente ver la construcción, porque él me pintó el proyecto,  no era un "machote" ni siquiera, él me contó cuál era la escuela que proyectaba, la física y filosófica, y pues cuando yo llego y veo esa Escuela físicamente, me impactó porque veo materializado lo que él me dijo que iba a hacer, la Escuela tipo monasterio. Y junto a él, encontrar tantos maestros dedicados con esa pasión y ese amor.

El Maestro es una persona muy importante en mi vida, es el médico de mi hijo y de muchos en mi familia, además, él está enseñando permanentemente, sigo sus enseñanzas y así sea como paciente cada minuto estoy aprendiendo, así qué bueno toda mi gratitud con él. 

S.R.: ¿Cuál sería la invitación que le harías a los buscadores de la Salud y de la Felicidad?

E.P.: Yo los invito a que se den la rodadita. Antes uno hacia programa para visitar Huila o Santa Marta, pero hoy el plan es para Bochalema, de verdad, pasen por la Escuela un fin de semana, van a ser tocados y después de que tú estás tocado ya estás en el camino, y en ese sendero vas llegando a la meta. 

Cuando yo inicié no tenían esa infraestructura, los seminarios se realizaban en cualquier espacio, lo que no es igual a ir a un sitio como ese, ya solo el espacio te toca. Mi invitación es a que se den la oportunidad de  experimentar otra cosa, una vibración tan alta que al entrar empieza tu proceso de transformación, con esos abrazos empieza a moverse un montón de cosas, encontrarás lo que necesitas, a armar las piezas y a avanzar. 

S.R.: Bueno, para el cierre. Tú, estando en el área de la salud y conociendo de la actualidad del país, ¿Cuál crees que es el papel que juega una Escuela como ésta; tipo monasterio, que busca elevar la consciencia?

E.P.: Mira, el futuro de la salud es la enseñanza ancestral; yo vendo servicios de salud y soy consciente de lo que estamos haciendo en la medicina tradicional, pero tengo la claridad que en un futuro a mediano plazo debemos saber imponer manos,  hay que saber sanar desde una vibración, desde el abrazo, desde la palabra, porque esa va ser la medicina,  que tal vez se mire con cierto recelo, pero falta más  conocimiento, porque esa medicina no tiene toda la publicidad, ni el manejo que tienen las grandes farmacéuticas, que son tal vez el primer renglón de la economía mundial, obviamente se gasta mucho dinero  en vender una información que no es cierta, porque finalmente la medicina actual no es curativa; resuelve situaciones del momento, pero la verdadera curación es desde adentro, y vamos que tener que llegar allá, a tener que elevar nuestro nivel de conciencia, para comprender que es conociendo nuestro Ser, donde debo resolver todos estos asuntos. 

Así, entre más personas comprendamos eso, más se irá comunicando, y estamos en un momento en que van a haber cambios extraordinarios. Ya tuvimos el primero y aunque no sirvió tanto, algo nos despertó, pero los cambios que vienen son muchísimo mayores y  es importante saber curarnos nosotros mismos con las herramientas que tenemos, las manos,  la palabra, el abrazo, con una medicina alternativa que viene realmente de la tierra y de las plantas, sanar con la comunidad,  comiendo sano, con la producción orgánica entre otras,  yo creo que a mediano plazo, ésta será la medicina que vamos a tener. Gracias.