¿Qué es Ser un monje?

Su característica primordial, es que siempre está listo para servir, tiene otras, pero la número uno, es que: Eligió servir y siempre está listo para servir.

Así que no aplaza el servicio, no dice eso de “la otra semana", "despuesito”; o sea, eso de que - “Maestro, ¿Cuándo podemos?, - "Eehhh ¡YA!”

El monje tiene otra cualidad. La palabra monje en su raíz griega significa Único.  A veces lo traducen como Solo o Aislado, porque en la antigüedad, quien tomaba esa decisión se aislaba del mundo, de todos esos distractores; se aislaba porque ahí no encontraba Realización. No había ninguna oferta real que lo hiciera caminar ese camino.

No estaba bravo, sino, simplemente entendía "Aquí no hay nada para mi, ni mi propósito de encontrar mi salvación, mi realización, mi unicidad, ni mi experiencia de la paz interior, la experiencia de la libertad de todo, hasta de los conceptos e ideas", eso. Y no había nada ahí, que se lo ofreciera. Entonces, pues se retiraba de eso, porque al fin, si no le ofrecen nada de eso, sólo es un distractor, algo que lo demora.

Entonces, el significado real es único, porque eso es lo que está buscando, ser Uno; no único de que “Yo soy diferente a usted, e irrepetible”; No! Único, Uno, con toda la existencia, esa unicidad. Eso lo catalogaba como monje. Esa palabra quedó en la historia, porque luego en la evolución, varios con esa misma búsqueda, decidieron reunirse y aparecieron los monasterios. Que viene de la raíz de monje, único, pero pues un monasterio no estaba habitado por una sola persona, y ninguno era tan idiota de construirse un "templote" para vivir él solo, ahí. Pero quedó la palabra monasterio: La reunión de monjes.

Ahí derivamos otra cualidad del monje; y es la Renuncia: eso de “Sin renuncia no hay conquista”. por se aleja de todo eso que hay en el mundo. El monje, no es una profesión. Y como no es una profesión, no va a ganar dinero por ser monje. Por eso él, siempre ha vivido de la limosna, de las donaciones, él ha vivido de lo que la gente le quiera dar por su servicio. No tiene una tarifa, bendice a alguien y la gente le da algo por bendecirlo, hace barritas de incienso, hace cuadritos, pinturas de las montañas, cestos, artesanías de toda clase; pero no es su profesión ser un vendedor. Le pone un valor simbólico a lo que hizo, porque es monje; no idiota, ¡no gastará dos mil en hacer la barrita de incienso y la va a ir a vender a $500! ¿Cierto? Pero, como es un valor simbólico, si alguien, no tiene los dos mil, esa otra persona puede decirle, te dejo $1 mil y tranquilo, no me das el incienso.

A mí, mucha gente en la calle me ofrece caramelitos, y bomboncitos en los semáforos, me ponen galleticas, y me dicen que son a mil o dos mil, y con frecuencia, yo les doy los dos mil y también les regreso la galleta. Y a veces, no tengo los dos mil, les doy $500 y ellos a veces, quieren darme algo a cambio de eso, yo les digo "Que no, que deje así". Porque cada una de esas personas en el semáforo es un monje. Así lo veo yo, es su camino de evolución, es su camino de entendimiento del Amor. A través de su experiencia de la caridad de los demás, de su experiencia de no desanimarse porque le digan no; porque lo insultan, porque le dicen "Vaya trabaje", porque ni lo miran, porque se vuelve un invisible, un N.N. Él, todos los días vuelve y se vuelve disciplinado, perseverante, tiene decisión, compromiso. Al principio, de pronto, nos devuelve el "madrazo" de algunos, el insulto de algunos, después solo dice “Que Dios lo bendiga”, y se transforma. Hay un monje. No tiene un Maestro; tiene cientos de maestros todos los días. No tiene edificaciones, pero tiene una Escuela. La calle es la Escuela. Su experiencia de vida es la Escuela y siempre está aprendiendo, tiene actitud discipular. Tal vez él, no sea tan consciente como yo. Pero lo será.

Los monjes viven en una comunidad, no tienen salarios; los cargos son simplemente por una organización interna. Está el Abad; el superior, porque es el que ha andado dos o tres pasos más que el resto. Hay de pronto algunos que, tienen cargos y funciones especiales, los que están en cocina, los que cultivan, los que hacen reparaciones locativas. Algunas veces, ellos ya traen el conocimiento, son buenos allá en su casa, con la cocina, o antes de entrar al monasterio crecieron en un taller de carpintería y saben de eso. Pero otras veces simplemente el Maestro les asigna el oficio, y se les asigna porque sabe que en ese oficio están las mejores herramientas para su evolución. Lo que necesita aprender al margen de los Sutras, los Vedas, las teorizaciones. Ahí está la práctica, más allá de la teoría, está la experiencia. Entonces, se lo asigna.

Yo Soy un Monje. Decidí servir, me alejé de todas las cosas. La fama, el reconocimiento, el dinero, la acumulación, los clubes, las fotos, las entrevistas. No tengo salario. Pueden preguntarle a la contadora, pueden buscarme en la nómina, no tengo salario. El mío ahora es el mismo que todos acá reciben, una dádiva, una limosna. Yo, para mí, no necesito nada, porque todos los días me guardan almuerzo, todos los días me guardan desayuno. No tengo necesidades. Entonces, elegí el aislamiento, no la soledad. Elegí Ser Uno. Soy un Monje, renuncié a las tentaciones, a toda aquella cosa que me pueda desviar del camino.

Como durante tiempo fui un hombre de medios de comunicación masiva, hacía 3 años me entrevistaron en RCN, después querían que por teléfono siguiera diciendo cosas simplemente para subir el rating y ya, yo no acepté; mi amigo el Dr. Jorge Rojas me invitó a su programa de televisión y fui, pero no quise quedarme, no me tienta, no volvería a la televisión. Me reencontré con el Dr. Arturo O´Byrne y tiene un proyecto poderosísimo de hacer una especialización y maestría en este tipo de técnicas alternativas y energéticas, ya montado, estructurado; se van a unir con 3 universidades, yo no voy a estar. Ya hice mi trabajo. Mi trabajo es que eso pasara. El trabajo de la Escuela Gelva es que eso pasara. De pronto, aceptaré como invitado, ir a dar una o dos charlas en la cátedra de mente cuerpo, pero yo no voy a ser un profesor titular, no estaré en el proyecto, no tendré salario. Ya los junté, ya propicié, ya mostré el camino. Eso sería también otra tentación. Y de esa, me voy a mantener libre también. Seguro, vendrán otras, y seguiré recordándome que soy un Monje y por lo tanto, dispuesto a tener templanza y fortaleza, las virtudes por medio de las cuales resistimos a las tentaciones.

Esto es un Monasterio, es una Escuela de tipo Monasterial y ecléctica, y todos los que vivamos dentro de ella somos monjes por definición. Luego habrá que pasar de la definición a la convicción y la devoción, que es la última característica del Monje. El Monje siempre es devocional. Devoción es Amor a Dios, Amor al Amor,  Amor a la Vida, Amor a la Existencia.

Nosotros somos una Escuela Devocional, así que, ponemos devoción en todo lo que hacemos. Sentimos devoción por los enemas y la hora en que ocurren, sentimos devoción por las enseñanzas, por la práctica de Chi Kung, sentimos devoción por la orientación, por las terapias, por los pacientes, y por los estudiantes. Hay Devoción y hay Abnegación, no obligación. Como somos devocionales, somos comprometidos, no voluntarios. Un voluntario hace lo que quiere, cuando quiere, el comprometido hace lo que le toca, cuando le toca. La mayoría todavía estamos en el nivel de voluntarios. Y tal vez, nos quedemos ahí el resto de la vida.

La Abnegación es jamás negarse, jamás me niego. Cuando digo “Me niego”, es me niego. Yo estoy aquí, por qué me voy a negar, yo estoy aquí, me estoy viendo, me estoy sintiendo. Lo que yo hago es afirmarme a mí mismo, no negarme a mí mismo.

Afirmo la verdad acerca de mí, afirmo que soy amor, que soy veraz, que soy leal, afirmo lo que elegí. Todo lo hace, pero mis afirmaciones son virtuosas. El que roba se afirma como el ladrón; el que miente se afirma como mentiroso. Así que abnegarse, ahora pongámoslo del otro lado, afirmarse es jamás negarse.

En medicina, hay dos movimientos, cerrar las piernas es aducción y abrir las piernas en abducción. Así que, abducción es jamás negarse. El que aduce se niega, no quiere que entre, no estoy hablando de genitalidad, se niega. El que abduce está presente, se abre. Abducción, aducción.

Es importante que decidan, si de verdad quieren ser monjes o no. Y si lo quieren ser en esta Escuela o no, tienen libre albedrío, tienen que tomar la decisión.

Escrito por el Maestro Gelva